Años después, en 1922, Susana Paz-Castillo Ramírez funda la congregación y pasa a ser Carmelitas.
Ante esta situación Susana Paz-Castillo Ramírez, joven gracitana de profundos valores cristianos se siente interpelada por esta situación y comienza a prestar sus servicios de asistencia a estos pobres abandonados.
Años más tarde, ante la incertidumbre existente por parte del obispo de Calabozo de que la Congregación pudiese funcionar como Instituto Religioso con su debida aprobación canónica, se gestionó la Agregación a la Orden del Carmen.
A ella se unieron otras jóvenes Mercedes Malaver Acosta, Natividad Pérez Medina y su hermana Marcelina, que más tarde se incorporaran a la naciente Congregación.
Ante todo, se constituyó una junta para el logro del hospital, y quedó como presidente el Padre Sixto Sosa, vicepresidente el Dr. Estanislao Landaeta, médico ya anciano, residente en Altagracia.
La Madre Candelaria de San José, fue confirmada como Superiora General.
Desde el día de la inauguración del Hospital “San Antonio”, en Altagracia de Orituco, quedaron instaladas allí Susana Paz-Castillo y sus compañeras, Natividad Pérez Medina, Mercedes Malaver, y Clara de Pérez Medina, siendo las primeras enfermeras del hospital, quienes se ofrecieron de manera espontánea y de modo gratuito para dicho abnegado servicio, meses más tarde se les unieron dos más, Adelina Doménigo y Ramona Aragort.
Los corredores del Hospital estaban llenos por los enfermos que acudían por ser nativos de la ciudad y hallarse sin casa, e inmediatamente ocuparon las ocho camas, con las cuales comenzó el Hospital, proveyendo de otras las señoras y señoritas cooperadoras de la Directiva.
Dr. Sixto Sosa, es nombrado Administrador Apostólico de Guayana, este hecho permitió que la Congregación se extendiera por el oriente del país.
La Madre Candelaria viaja a Ciudad Bolívar para pronunciar sus Votos Perpetuos de manos del para entonces, Mons.
como Instituto Religioso con su debida aprobación canónica, se gestionó la Agregación a la Orden del Carmen.
De acuerdo con Monseñor Sixto Sosa, traslada el Noviciado a Cumaná y establece allí su residencia definitiva, para estar bajo la dirección del Fundador, Monseñor Sixto Sosa.