La Congregación de Hermanas Víctimas Expiatorias de Jesús Sacramentado[1] (en latín: Congregatio Victimarum Expiatricum a Sacramentatio Iesu) es una congregación religiosa católica femenina de derecho pontificio, fundada por la monja italiana María Cristina Brando en 1878, en Nápoles.
A las religiosas de este instituto se les conoce conoce como hermanas víctimas expiatorias, o popularmente como sacramentinas, y posponen a sus nombres las siglas S.V.E.G.S.
[4] Las sacramentinas se dedican a la educación cristiana de la juventud mediante escuelas, actividades catequéticas, retiros espirituales para jóvenes, acogida de educandas y orfanatos.
Actualmente (2015) el cargo lo ostenta la religiosa Carla Di Meo y su residencia, casa general, se encuentra en Nápoles.
[2] En 2015, las hermanas víctimas expiatorias eran unas 252, en 27 conventos,[2] presentes en Brasil, Colombia, Filipinas, Indonesia e Italia.