Más adelante, ingresó a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda", donde en un futuro conseguiría una carrera como profesor.
[2][3] Comenzó la escuela primaria a la edad de doce años en el Centro Revolución Escolar, y en su cuarto año ganó un concurso del decreto entre escuelas primarias en Ciudad de México.
Aquí aprendió los fundamentos de composición, que trabaja durante su tiempo ocio y en cualquier material, desde servilletas hasta lienzos.
Rojas reconoció el talento del joven y le animó a seguir sus estudios.
[8] Sin embargo, Sosa no podía seguir en la escuela debido a su carencia de credenciales.
Esto permitió que él se distanciara de su padrastro manteniendo una relación con su madre.
Esto le permitió dejar el trabajo más vigoroso que ya había hecho antes.
[13] Tuvieron éxito, con clases que ocurrían durante fines de semana irregulares.
[14] En 1982, pasó el examen en La Esmeralda que le permitió hacerse un instructor de jornada completa.
[2] Sosa había expuesto su trabajo como un estudiante en varios espectáculos colectivos, de las cuales sus dos primeras exposiciones individuales fueron en 1978.
La mayor parte de sus trabajos se pintaron en situ, mirando directamente en lo que capturaba en los lienzos.
[25] También ha hecho naturalezas muertas, ambientes interiores, incluyendo mobiliario y figuras desnudas en una especie de ajuste.
[2][18] Sus influencias incluyen los trabajos del Dr. Atl, Francisco Goitia, José María Velasco, José Clemente Orozco, Joaquín Clausell, Rufino Tamayo, Luis Nishizawa, Vincent van Gogh, Guillermo Turner, Camille Pissarro, Claude Monet y Cezanne.
Las flores son un homenaje a la vida, iluminadas por la luz del Sol, como sus cempasúchiles y girasoles que también aparecen en la penumbra, en el ocaso.