Sólo se deben usar hierro dextrán si la forma oral fracasa: porque la pérdida de hierro excede la cantidad absorbible por vía oral, porque es urgente una repleción inmediata, porque no se tolera o no se cumple la prescripción oral o porque no hay posibilidad de absorción.
Después de su administración intramuscular el hierro dextrán se absorbe a través del sistema linfático.
Una pequeña proporción del hierro dextrán no metabolizado se elimina por orina, bilis o heces.
También se han encontrado pequeñas trazas de hierro dextrán no metabolizado en la leche humana.
La sobredosis de hierro dextrán produce toxicidad aguda; sin embargo, dosis excesivas y repetitivas pueden dar lugar a hemosiderosis.