La hipótesis de la variabilidad masculina, también conocida en el mundo anglosajón como the greater male variability hypothesis, establece que los machos muestran una mayor variabilidad en la mayoría de los rasgos que las hembras.
A menudo esto se ha discutido en relación con la capacidad cognitiva de cada sexo, donde se ha observado que los hombres son más propensos que las mujeres a tener una inteligencia muy alta o muy baja.
[6][7] Un dato que corrobora estas hipótesis se puede ver en un estudio realizado en 2005 por Ian Deary, Paul Irwing, Geoff Der, y Timothy Bates,[2] centrándose en la ASVAB (Armed Services Vocational Aptitude Battery) con resultados de 1292 parejas de hermanos del sexo opuesto, mostraron una diferencia significativamente mayor en la variabilidad de los resultados obtenidos por los hombres.
[9] El científico Robert Lehrke propone que gran parte del componente intelectual de los individuos está ligado al cromosoma X.
[10][11] Este fenómeno es debido, según Lehrke y apoyado por Gillian Turner,[12][13][14] a que la probabilidad de heredar tal cromosoma en el hombre se ve disminuida a una (XY); en tanto que en las mujeres puede suceder una combinación de dos probabilidades (XX) llegándose a promediar un cromosoma X inteligente con un cromosoma X no inteligente dando como resultado una inteligencia más promediada.