Esta acción recibió mucha desaprobación, puesto que no era "provocado por ninguna pasión o pelea entre ellos".
Para solucionar el incidente, Alcibíades se fue a casa de Hipónico y, Alcibíades, ante lo injustificado del trato que recibía de su futuro suegro, va hasta él, "se desnuda y pide ser castigado", pues asume que ha cometido una falta sin saberlo siquiera".
[2] Según otra versión de esta historia también expuesta por Plutarco, no fue Hipónico, sino Calias, su hijo, quien dio Hipareta a Alcibíades, con una dote de diez talentos; "y que después, cuando fue madre, Alcibíades exigió otros diez talentos aparte, con el pretexto de que ése era el acuerdo, si nacían niños.
"[2] Según Plutarco, Hipareta amaba a su marido, pero intentó divorciarse de él, porque Alcibíades se juntaba con hetairas.
Según Plutarco, en su aparición pública para respaldar su petición de divorcio al magistrado, como la ley requería que "Alcibíades se acercara y la cogiera y la llevara a casa con él a través del mercado, ningún hombre se opusiera a que la llevara con él".