En el último decenio del siglo xv, la nueva monarquía hispánica liderada por los Reyes Católicos consiguió finalmente anexionarse Granada en 1492, y decidió centrarse activamente en Italia.
El nuevo gobierno genovés, que quiere recuperar el peñón, comienza un asedio el 7 de diciembre.
La administración española nunca vio con buenos ojos el establecimiento de un regimiento que no podría controlar directamente.
En 1619, este nuevo título se incorpora a todos los documentos oficiales junto con la cifra dinástica, y desaparece el nombre patronímico.
Además, se hace notable el aumento del poder principesco, en detrimento de las instituciones intermediarias que existían entre el príncipe y los súbditos.
Con el príncipe Alberto i de Mónaco se procedió a abolir el absolutismo en 1869.
Durante ese siglo, Mónaco sufrió serias vicisitudes que amenazaron su independencia nacional.
En los años sesenta, junto con el acuerdo con Francia, se adoptaron medidas que dieron al país su actual carácter.