En otro apartado se hace referencia a los límites del territorio, fijados por cinco montañas sagradas y por los ríos.
Los Viajes de Zheng He, entre el año 1405 y el 1433, sobre todo en tiempo del emperador Yongle, de la dinastía Ming, donde se hicieron siete expediciones navales que lo llevaron a Java, Sumatra, Indonesia, Sri Lanka, Persia, Arabia y en dos ocasiones a Mozambique, en África oriental.
Aunque no eran muy buenos comerciantes, la tradición afirma que las expediciones permitieron establecer lazos con muchos países, y algunos de ellos fueron durante un tiempo tributarios del imperio.
Estas expediciones marítimas, que marcan el apogeo de la expansión marítima china, que aun así ya había sido notable en tiempo de la dinastía Song del Sur (1127-1279), acabaron al morir Zheng He en el año 1433, debido a su coste desorbitado.
La curiosidad de esta gente por su patria y por los países que había recorrido en sus viajes aumentó al ver un mapamundi que, traído de Europa, Ricci lo mostró y dónde la China sólo ocupaba una parte relativamente modesta del mundo.
Ricci va continuando perfeccionando sus mapas y provocaron un éxito clamoroso dentro de la corte del emperador.
Ninguno de estos mapas tenía como finalidad poner en entredicho las creaciones tradicionales, y los diferentes países no chinos dispersados alrededor de la China eran representados como islas sin importancia, territorios míticos, extraídos del Libro de las montañas y los mares (Shan hai jing) una recopilación del S. III a. C. La penetración colonial en la China no provocó muchos cambios.
Aun cuando la mayoría de cartógrafos chinos habían abandonado los modelos occidentales, algunos no renunciaron a recoger los conocimientos extranjeros.
El proyecto común de los dos era, según afirmaba el propio Wei Yuan describir el Oeste tal y como lo veían los occidentales.