Historia de las máquinas de movimiento perpetuo

Durante milenios, empero, no estuvo claro si era posible que las máquinas de movimiento perpetuo pudieran realizarse.

Quienes las diseñan y proponen, suelen describir sus inventos como máquinas de “sobreunidad” (“overunity” en inglés).

Supuestamente, la rueda giraría de manera perpetua, pero las pérdidas por fricción detenían su movimiento invariablemente.

[2]​ Otros diseños antiguos de móviles perpetuos fueron propuestos desde la India por el matemático y astrónomo Bhaskara II.

Sin embargo, eso no le impidió dibujarlas y examinarlas a detalle para comprobar o refutar su validez, sobre todo las ruedas con un sistema de pesos móviles.

[4]​[5]​ Mark Anthony Zimara, un académico italiano del siglo XVI, propuso desarrollar un molino de viento que pudiera impulsarse a sí mismo.

Entre ellos estaba Cornelius Drebbel, quien en 1607 dedicó un móvil perpetuo a Jacobo I en su obra Wonder-vondt van de eeuwighe bewegingh.

[cita requerida] En 1812, Charles Redheffer, en Filadelfia (Estados Unidos), aseguraba haber desarrollado un generador que podría alimentar otras máquinas.

Tras una investigación, se dedujo que el artefacto de Redheffer estaba, más bien, conectado a otra fuente, permitiéndole entregar tal potencia.

[11]​[12]​[13]​ En 1827, Sir William Congreve, 2° Barón diseñó una máquina cuyo funcionamiento estaría explicado por el fenómeno de la capilaridad del agua.

[16]​ En 1900, Nikola Tesla afirmó que había descubierto un principio abstracto con el cual se podría basar un móvil perpetuo de segunda especie.

Papp culpó de este accidente fatal a las intervenciones que un físico, Richard Feynman, había hecho en su motor.

Este artefacto está relacionado con el juguete de sobreunidad magnética simple SMOT, en inglés.

Por otro lado, Paul Bauman, un ingeniero alemán, desarrolló una máquina llamada "Testatika"[24]​ y conocida como el "convertidor suizo M-L"[25]​ o la "Thesta-Distatica".

Este proceso se llevaba a cabo mediante un polvo verde que permitía la transmutación del agua al combustible.

Por este producto, Franch fue acusado de fraude en 1954, pero fue absuelto, pues los jueces William Bauer y Philip Rominti presenciaron una demostración en el caso.

En este sentido, Carr afirmaba que su inspiración principal era el trabajo de Nikola Tesla, aunque también hacía referencia a otros científicos.

Para este invento, el científico fundó la compañía YUSMAR, la cual le haría promoción a su generador.

Supuestamente, este artefacto podría autosustentar su operación a la vez que entrega potencia para una carga adicional sin la necesidad de ser alimentado por una fuente externa.

Sin embargo, nunca se encontró información (alternativa a la del grupo) que soportara esta afirmación.

Tras esta afirmación, publicó un anuncio en el cual solicitaba miembros de toda la comunidad científica para hacer pruebas sobre su trabajo.

Portada de la edición de octubre de 1920 de la revista Popular Science .
Explicación del generador electromagnético inmóvil (MEG) en la Patente no. 6362718 de Estados Unidos.