La conquista musulmana del África del Norte hizo entrar a la Cirenaica y Tripolitania en el mundo islámico y marcó de forma perdurable la identidad de las comunidades judías locales, cuya condición se encuentra regida por la dhimma.
En 1551, la costa libia fue conquistada por el Imperio otomano y la dinastía de los Karamanli, en gran parte autónoma, gobernó el país.
La última judía Rina Debach, de 80 años, dejó el país en 2003 rumbo a Israel.
[3] La diáspora judía de Libia se encuentra actualmente repartida entre Israel e Italia, donde intenta preservar una identidad comunitaria propia.
Irit Abramski-Blight del centro Yad Vashem ha concentrado su trabajo sobre la situación de la comunidad judía durante la Segunda Guerra Mundial.