Sin embargo, es sólo en el 71 cuando Plinio el Viejo documenta la primera evidencia real de viñedos en Burdeos.
[6] Al incrementarse la popularidad del vino de Burdeos, los viñedos se expandieron, para cumplir con las demandas desde el extranjero.
[8] La ciudadanía de Burdeos trabajó diligentemente para promocionar y proteger su relación con el mercado inglés.
En 1205, el rey Alfonso VIII de Castilla reclamó Aquitania y puso en sitio a Burdeos.
Como resultado, Burdeos recibió un acceso privilegiado al mercado inglés a través de Londres y sus exportaciones al mercado pronto dejaron pequeña la producción de otras regiones vinícolas francesas.
Aunque había vides creciendo en Entre-deux-mers, Saint Emilion y Blaye, el Médoc en esta época era virtualmente una marisma estéril.
La industria del vino en la región fue rescatada por los injertos de vides locales en resistentes portainjertos estadounidenses.
El INAO o Institut National des Appellations d'Origine se creó con esta finalidad.
[5] En el siglo XX, el mercado del vino francés vio los efectos de superproducción y los primeros desarrollos del fenómeno lago de vino conforme al la oferta superaba la demanda.
Dos guerras mundiales, la gran depresión y la crisis del petróleo de los setenta también tuvieron un efecto negativo en la industria.