Inicialmente el libro fue publicado con la intención de ser memorias para los conventos de las carmelitas y personas religiosas allegadas a ellas, por lo que se estamparon solo unas dos mil copias.
María le dijo a Teresa que escribiera sus descubrimientos espirituales, qué ella misma describiría como su pequeño camino de confianza y amor.
[3] Teresa escribió en diez páginas su experiencia, con letras muy pegadas.
"Sus muchas correcciones muestran que escribía con gran prisa y en un estado de fatiga extrema.
La tercera parte de la autobiografía de Teresa ha sido descrita por Paulina: «Me parece que estas narraciones son incompletas.