Historia del Euskaltel-Euskadi

Inicialmente un equipo modesto, desde 2001 compitió en la máxima categoría UCI del momento, comenzando en la Primera División y después como UCI ProTeam (con acceso al circuito de élite ProTour, posteriormente WorldTour), pudiendo así participar en las principales carreras del calendario.

El creador y máximo responsable del proyecto a lo largo de su existencia fue Miguel Madariaga, mientras que la gestión deportiva pasó por distintas etapas en las que actuaron como principales directores Txomin Perurena, Julián Gorospe e Igor González de Galdeano.

Entre los ciclistas que pasaron por sus filas destacaron Roberto Laiseka, Iban Mayo, Haimar Zubeldia, Íñigo Landaluze, Aitor González, el campeón olímpico Samuel Sánchez, Igor Antón, Mikel Nieve.

En la primera de esas visitas Pradera, aficionado al ciclismo, quedó especialmente impresionado por el PDM neerlandés, cuyos ciclistas y auxiliares se encontraban en la misma brasserie que ellos; después, charlando en una terraza, planteó a Madariaga la creación de una formación propia que pudiera disputar el Tour.

[2]​ Con los primeros contratos con ciclistas profesionales procedentes de otros equipos ya firmados, y durante una comida celebrada en las faldas del puerto de Autzagane, Ugarte llegó a un acuerdo con Txomin Perurena para que fuera el director deportivo del equipo; su segundo director sería José Luis Laka, director del equipo aficionado Café Fortaleza (anteriormente Beyena) que gestionaba Madariaga.

La primera junta quedó compuesta por Miguel Madariaga como presidente y su hermano Javier (presidente de la Federación vizcaína) como vicepresidente, mientras que entre los vocales figuraban entre otros Guerediaga, Eraso y el exciclista Paco Galdós, además de Ugarte, su colaborador Enrique Erentxun e Ibáñez Arana.

[17]​ Entre quienes ya se habían hecho socios figuraban unos por entonces preadolescentes Igor Antón y Amets Txurruka.

El equipo no realizó una concentración invernal al uso, permaneciendo en su lugar una semana juntos en la sierra de Urbía (donde está Aránzazu) para conocerse antes de la presentación; aunque no estaba previsto, los propios ciclistas decidieron animados por el buen tiempo salir a entrenar durante los días que duró la estancia.

[25]​ Con un potencial económico y deportivo incierto, su meta en ese primer año sería realizar un papel digno.

[38]​ En el transcurso del año la escuadra dio además la oportunidad de estrenarse como profesional a Ibon Ajuria.

Entre los cuatro neoprofesionales procedentes del campo aficionado figuraban Igor González de Galdeano y Aitor Osa.

Así, Julián Barcina e Ibon Ajuria estuvieron escapados en la Vuelta a Andalucía, pero fueron alcanzados mediada la etapa cuando ascendían el puerto de Axarquía.

[47]​ Sin embargo, al día siguiente camino a La Arboleda la ONCE dirigida por Manolo Saiz impuso su ley y dio un vuelco a la clasificación, desapareciendo así de los primeros puestos los hombres que habían protagonizado la jornada anterior, incluido el propio Galdeano.

[48]​[49]​ El modesto equipo local tuvo finalmente unos resultados discretos, en una edición que acogió a las principales figuras del pelotón:[50]​ Zülle, Jalabert, Rominger y Berzin coparon, en ese orden, los cuatro primeros puestos de la general.

[51]​ Ya en el mes de mayo, Íñigo Cuesta tuvo un papel destacado en la Vuelta a Asturias.

[60]​ Sin embargo, Cuesta se cayó en la sexta etapa, camino a Zamora, y tras no encontrarse bien en los días siguientes terminó retirándose de la ronda española.

[64]​ La Fundación vio también cómo se salía de su órbita el prometedor ciclista aficionado Roberto Heras: el joven escalador bejarano había corrido hasta entonces en el Café Fortaleza (que actuaba como filial de facto del Euskadi) tras haber sido contratado por José Luis Laka (a su vez director auxiliar del Euskadi), pero para la siguiente temporada se marchó a la estructura Kelme, con la que acabaría debutando como profesional tres años después.

[74]​ En la Vuelta al País Vasco su líder David García aguantó con los mejores en las primeras etapas en línea,[75]​ pero tras la contrarreloj final en Orio descendió hasta el puesto 21.º.

[92]​ El zaldibartarra acudió pocos días después al Mundial de ruta disputado en Lugano con la selección española,[93]​ con la misión de trabajar como gregario en las primeras vueltas,[94]​ abandonando la prueba en la vuelta doce (a tres para el final).

[99]​ La Escalada a Montjuic fue la última carrera con Txomin Perurena como director deportivo del equipo, tras cuatro temporadas al volante.

[109]​ Bajo la dirección de Gorospe el equipo experimentó una profunda transformación que incluyó una mayor profesionalización.

[102]​ En ese sentido, contrató a los doctores Guillermo Cuesta y Sergio Quílez, con los que había trabajado durante su etapa en las citadas escuadras.

Gorka Gerrikagoitia, Josu Larrazabal y Alex Díaz, por su parte, ejercerían como directores auxiliares del primero.

[130]​[3]​ Galdeano incorporó un año más tarde a su hermano Álvaro, tras tres temporadas como director del filial Orbea.

[131]​ El equipo afrontaba su séptima temporada consecutiva con el presupuesto congelado en torno a los 6,5 millones de euros: este dato lo convertía en la escuadra ProTeam con menor capacidad económica, circunstancia que venía provocando que la formación no pudiera fichar a ciclistas de otros equipos para reforzar su plantilla e incluso hubiera visto en los últimos años que algunos de sus corredores se marchaban al recibir mejores ofertas.

En el marco de una crisis económica mundial que afectaba especialmente a España, las restricciones presupuestarias de las administraciones públicas (incluyendo recortes en servicios sociales como la sanidad o la educación) hicieron que los patrocinios y subvenciones a equipos deportivos profesionales fueran puestos en cuestión.

[134]​[135]​ En diciembre Ardanza se retiró y fue sustituido en la presidencia de Euskaltel por Alberto García Erauzkin, hasta entonces consejero director general.

[148]​ Ya antes de empezar la temporada Miguel Madariaga dejó entrever que ese podía ser el último año en que la Fundación Euskadi y él mismo estuvieran al frente del equipo, y habló sobre la posibilidad de dar el relevo a un proyecto vasco más del gusto de la UCI, con un compromiso de cuatro años (y no año a año, como hasta entonces) y liderado por una empresa sólida que aportara seguridad en el aspecto económico; ahondando en ese punto, señaló a Euskaltel como la única empresa que a su juicio podía encabezar una iniciativa así.

[156]​ Sí se había ofrecido ante los promotores del nuevo proyecto para negociar con Samuel Sánchez su continuidad.

Euskaltel calificó la compra como "una muestra más de su compromiso histórico con la Fundación Euskadi, ya que acude en su ayuda mediante una aportación extraordinaria adicional".

Vista de la ciudad francesa de Lourdes , donde al paso del Tour de Francia se gestó el proyecto de Pradera y Madariaga que daría lugar a la Fundación y su equipo.
Palacio de la Diputación Foral de Vizcaya , en Bilbao . El diputado general José Alberto Pradera fue uno de los principales impulsores del proyecto.
Santuario de Aránzazu , donde tuvo lugar la presentación del primer equipo del Euskadi el 6 de diciembre de 1993, tras unos días de convivencia en sus alrededores de Urbía.
Entrada a la sede central de la UCI , situada en Aigle ( Suiza ).
Txurruka y Velasco , aplaudidos en la última etapa de la Vuelta a España 2008 , en Madrid .