Los científicos lo consideran por ahora un fósil transicional que llena una brecha en las investigaciones sobre los orígenes evolutivos de la especie humana.
El cráneo fue descubierto por Asahmed Humet, un integrante del Proyecto Gona de Investigación Paleoantropológica.
Se trata de un cráneo casi completo, del que se considera un ancestro humano del Pleistoceno medio.
A pesar de las diferencias con los humanos actuales, su bóveda cerebral muestran evidencias anatómicas inequívocas de su pertenencia a la ascendencia humana.
El descubrimiento fue reportado por Sileshi Semaw, director del Proyecto Gona, del Instituto de la Edad de Piedra.