El descubrimiento del Hombre de Tabón fue un hallazgo que se produjo en las cuevas homónimas de Quezón, provincia de Palawan, en Filipinas, que provocó volver a evaluar totalmente la historia del país.
[4][5] Las cuevas de Tabón son un conjunto arqueológico con 215 cuevas, de las que únicamente se encuentran exploradas en la actualidad.
[5] Hoy en día, las cuevas donde habitó el hombre de Tabón se encuentran a poca distancia de la costa pero en su época, las cuevas se encontraban tierra adentro.
En la actualidad se cree que este aumento del nivel del mar provocó que las cuevas se terminasen abandonando.
[6] Además, también se hallaron restos de herramientas y elementos asociados a los huesos,[4] como osamentas de diversos animales.