Hombre sentado es una pintura al óleo sobre cartón ondulado realizada por Pablo Picasso en 1969 y que actualmente forma parte de la colección permanente del Museo Picasso de Barcelona.
Dentro de la obra tardía, se encuentra la renovación definitiva, en la que Picasso se libera de todo saber, de toda técnica, y regresa a lo natural, a la espontaneidad, a la infancia del arte, a una pintura primaria e inmediata; es decir, una pintura sin trabas ni reglas, que es la expresión de su prodigiosa energía.
En ella, Picasso ofrece una serie de arquetipos, uno de los cuales es el ser híbrido que protagoniza este óleo, en el que lo humano y la animalidad más ruda se funden.
Para elaborar el rostro, Picasso vuelve a la máscara, símbolo y fetiche.
Los rasgos faciales son de animal, pero el peinado, el portentoso bigote y la perilla son referencias directas a los señores del Siglo de Oro español.