Hombrecitos es una novela de la escritora estadounidense Louisa May Alcott, publicada por primera vez en 1871.
Demi es un erudito que prefiere leer un libro a practicar deportes con los otros niños.
Es dulce, sencillo, inocente, buen mozo e inteligente, y le encantan los libros fantásticos.
Le gusta pasar tiempo con su hermana melliza, Daisy, y su abuelo el señor March.
Es la hermana melliza de Demi, a quien quiere profundamente y lo considera el «niño más notable del mundo».
Como los chicos no la dejaban jugar con ellos, la Tía Jo le regaló una cocina en miniatura para que no se sintiera sola, pero más adelante, Daisy se hizo amiga de Nan, la nueva chica que llega a vivir a Plumfield.
Es un chico alemán, alto, rubio, macizo, estudioso y dado a la música.
Los demás niños le dicen "comodoro" y admiran la flotilla que tiene en el estanque.
Le gusta participar en las actividades de los otros niños, como cosechar arándanos.
Es un chico amable y alegre, tanto que una vez Medio-Brooke le preguntó si daba buen humor ser giboso.
Le consolaba además pensar que Dios no lo juzgaría por su deformidad sino por la rectitud de su espíritu.
El Sr. Bhaer intenta curarlo de ello haciendo que hable lentamente, con lo cual ha progresado un poco.
No es muy valiente, es chismoso, le gusta presumir ante los chicos y adular a los mayores.
En Plumfield hizo grandes cambios, ya no tragaba tanto y le gustaba estudiar.
Sin muchas esperanzas lo enviaron entonces a Plumfield, donde los Bhaer luchan con paciencia y sin descanso por él, trabajando para enseñarle cosas tan simples como el alfabeto.
El chico se esfuerza y consigue pequeños resultados muy lentamente, aunque físicamente ha mejorado mucho.
Sus compañeros le apodaron "Mariquita Terremoto" por su inquietud, pues siempre está inventando nuevos juegos y haciendo travesuras.
Es descrita como una "dama de alegre rostro", con gestos que inspiran afecto y simpatía.
Fue bautizada con el nombre Elizabeth en honor a Beth March, la celestial niña pianista hermana de Meg, Jo y Amy, que falleció a temprana edad en la novela "Aquellas Mujercitas".
Cuando Bess tuvo que marcharse, todos se despidieron llenos de tristeza.
Tiene cuatro años y recibe muchas prendas de vestir hechas a mano por Daisy.
La primera traducción de la que se tiene constancia fue la realizada por Marcos Rafael Blanco Belmonte para la editorial B. Bauzá en Buenos Aires (Circa 1930).
En España, María Sepúlveda realizó la primera traducción para la Editorial Juventud de Barcelona en el año 1935.