Posteriormente fue utilizado por las oficinas del Diario de la Marina.
La ornamentación del vestíbulo principal está hecha de escayola y yeso policromado, los pisos son fundamentalmente de cerámicas pulidas.
[1] En los años 1950, el hotel tuvo casino, propiedad del gánster italo-estadounidense Angelo Bruno.
Fue remodelado entre los años 1987 y 1991 con el boom turístico que sacudió la ciudad por aquel entonces, el proyecto estuvo a cargo de la arquitecta Gladys Figueral Freire, se demolieron las partes que se encontraban en muy mal estado, sin dañar la estructura principal.
Se sumaron nuevos espacios como el lobby-bar que le dieron aires más modernos al hotel.