La Universal decidió dar otra vuelta de tuerca y producir otro film en el que se reuniesen más monstruos.
A saber: el monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo, Drácula, el Jorobado y el Doctor Loco; aunque, por cierto, ni el Jorobado (que no es el de Notre-Dame), ni el Doctor Loco son monstruos.
Niemann y su compañero se apoderan del carromato, matando a Lampini para hacerse pasar por el dueño y apuntan su dirección hacia Reigelberg, donde Niemann piensa vengarse de aquellos que lo enviaron a la cárcel, empezando por el burgués Hussmann quien lo había envía encarcelado y para conseguirlo, arranca la estaca de Drácula, al cual era exhibido como atracción en dicho espectáculo.
Drácula seduce a Rita, la nieta política de Hussmann y mata al propio Hussmann, pero las autoridades descubren a Drácula huyendo y durante la persecución, Niemann se deshace del ataúd de Drácula, quien muere al ser expuesto a la luz del sol.
En la noche siguiente, Niemann logra dar suficiente energía a la criatura para reanimarla.