Huelga minera de Asturias de 1962

[1]​ En 1959 se inicia en España el llamado Plan de Estabilización, que liberalizó la economía española y perjudicó gravemente a la minería, que no había recibido nuevas inversiones por parte de los empresarios desde finales del siglo XIX.

Además, el nacimiento de jóvenes que no habían vivido la Guerra civil ni la represión sirvió para reforzar al movimiento obrero.

Sin embargo, en 1962, ocho mineros fueron despedidos del Pozo Nicolasa, en Mieres, al protestar por las duras condiciones de trabajo.

Fue entonces cuando las mujeres integradas en el Partido Comunista deciden continuar la huelga y organizar piquetes, así como llevar a cabo labores de información al resto de mujeres para que el paro pudiera seguir.

[8]​ La huelgona puso otra vez a Asturias en el foco internacional, cosa que no pasaba desde la Revolución de 1934.

[2]​ Además, un grupo de intelectuales, encabezados por Ramón Menéndez Pidal, firmaron un manifiesto reclamando libertad informativa y el reconocimiento del derecho a la huelga.

Asimismo, un grupo de mujeres entre las que se encontraban algunas escritoras notables, salieron a manifestarse junto con los estudiantes en Madrid y Barcelona, entonando varias veces el Asturias, patria querida.

[4]​ Además, la huelga contribuyó a mostrar el rostro totalitario del régimen franquista, lo que dificultó su integración en la Comunidad Económica Europea.

Pozo Lláscares de La Felguera , una de las minas cuyos trabajadores participaron en la huelga.