La huelga a la japonesa o paro a la japonesa es una leyenda urbana extendida tanto en España como en países de América Latina.
[1][2] Según esta leyenda urbana, los empleados que hacen la huelga a la japonesa trabajan más de lo habitual como medida de presión.
[3] Además, al acudir a su puesto seguirían cobrando su sueldo, algo que no sucede en una huelga convencional.
[2] En muchos países existe la creencia de que los empleados japoneses son más fieles a sus empresas, lo que habría favorecido la difusión de este mito.
[4] Sin embargo, en Japón no se hace este tipo de huelga,[1][5] allí son más frecuentes los paros convencionales o las huelgas de celo.