[1] En los días siguientes, las autoridades portuguesas lograron reprimir la campaña de huelga.
La protesta, que después se hizo conocida como la huelga de Baixa do Cassange, estaba liderada por dos angoleños previamente desconocidos, António Mariano y Quinguiri Bumba Culaxingo.
[3] Durante la protesta, los obreros angoleños quemaron sus tarjetas de identificación y atacaron físicamente a los comerciantes portugueses en las instalaciones de la compañía.
La protesta llevó a un levantamiento general, al cual las autoridades portuguesas respondieron con una incursión aérea en veinte pueblos de la zona, matando a un gran número de aldeanos angoleños.
Mientras el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) afirmó que el avión mató unas diez mil personas, la mayoría de las estimaciones van desde 400 hasta 7.000 angoleños muertos.