En ella se ha sustituido un ecosistema natural por otro antropizado, se han introducido nuevas especies que conviven con la vegetación autóctona o de ribera, y creado un microclima específico que la caracteriza.
Al mismo tiempo, se han realizado abancalamientos en el terreno para aprovechar el derrame natural del agua, adaptando y transformando una ladera de montaña silvestre en un espacio agrario de alta y diversificada productividad.
En ella se ven representadas las relaciones interpersonales, las costumbres y el sistema de valores de los pegalajeños.
[2] La zona protegida abarca en total 46,40 hectáreas delimitadas en detalle en la orden citada con límites generales al norte con la línea del casco urbano desde la Fuente de la Reja y la charca, al este por el camino de las Palomas hasta encontrarse con la variante J-3241 (próxima al Camino Real) que delimita toda la zona sur hasta llegar al oeste al barranco Relex.
El entorno de la huerta queda también bajo protección con distintas medidas y alcance y en él se incluyen restos de algunas fortificaciones y varias fuentes naturales entre las que se encuentran las de Gallón, Doña Ana, Valdelascuevas o de la Alberquilla.