El plato tiene como base una tortilla frita (conocida comúnmente como tostada) con frijoles refritos negros y encima un huevo frito/estrellado, a lo que se le agrega una salsa preparada con tomates (generalmente Saladette o Roma), jamón en cubos y chícharos, junto con otros ingredientes y especias.
A menudo se sirven junto con plátanos fritos, queso y salsas picantes a base de chile habanero.
Según cuenta la memoria oral de la población, este plato fue creado en 1921 por petición directa del entonces gobernador de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto; ya que se encontraban de visita en la localidad diversas personalidades del gobierno de México, entre los que se encontraba el afamado maestro José Vasconcelos quien traía en su comitiva a Diego Rivera, Jaime Torres Bodet y Carlos Pellicer, entre otros notables; y el gobernador quería agasajarlos con un desayuno excepcional.
Don Jorge procedió entonces a mejorar el desayuno preferido del gobernador (huevos, tortilla y frijoles refritos) agregando algunos pasos a la elaboración de la salsa como freír la cebolla en aceite de oliva (previamente a su adición) y el uso de ingredientes adicionales como jamón español ahumado en cuadros y chícharos cocidos.
El resultado fue la receta original de los huevos motuleños, que ha sufrido transformaciones y la adición de diferentes ingredientes como plátanos fritos, tocineta, crema ácida, queso fresco, queso americano (queso amarillo, Colby o Cheddar), etc.[2] Actualmente, este platillo se suele ofrecer como desayuno en varios restaurantes de México, principalmente en la región sur y sureste del país, en Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas y Oaxaca; sirviéndose igualmente en algunos países de Centroamérica y el Caribe.