Hugh Clapperton

Tras varios viajes a través del océano Atlántico se alistó en la marina, donde pronto alcanzó el rango de guardiamarina.

En Marsella tuvieron noticias de que al fin se había producido la autorización y regresaron a África.

Volvieron a cruzar el desierto, esta vez con una fuerte escolta, y alcanzaron Kuka, en Bornu, en febrero de 1823.

Permanecieron en el país hasta diciembre de 1823, cuando partieron para explorar el curso del río Níger.

Penetró en Nigeria y cruzó el Níger en enero de 1826 en Bussa, el lugar donde Mungo Park había muerto veinte años antes.

Sin embargo, los fulani estaban ahora en guerra con al-Kaneimi y el sultán Bello le negó el permiso para partir.

Richard Lander, por su parte, publicó en 1830 la obra Records of Captain Clapperton's Last Expedition to Africa... with the following Adventures of the Author (Crónica de la última expedición del Capitán Clapperton a África... con las subsecuentes aventuras del autor).

Clapperton se convirtió en el primero europeo en registrar observaciones de los estados hausas, que visitó tras el establecimiento del Imperio Fula.

Las expediciones de Clapperton, Oudney y Denham habían abierto a los europeos el camino desde Trípoli hasta el golfo de Guinea, atravesando el Sáhara y dando a conocer el lago Chad, así como habían resuelto que el Níger era un río totalmente independiente, tanto del Chad como del Nilo.

Al-Kaneimi recibe a Denham y Clapperton en Kuka