Hugo Alberto Morales

Su carrera, marcada por éxitos tempranos y un estilo de juego elegante, se vio interrumpida por problemas de salud que limitaron su proyección internacional, aunque logró retornar al fútbol profesional tras superar dichas dificultades.

Durante sus cuatro años en el club, destacó como un mediocampista versátil, con capacidad para organizar el juego y contribuir con goles desde larga distancia.

Su aporte en el mediocampo, combinando creatividad y efectividad, lo elevó al estatus de ídolo entre los hinchas granates.

Su paso por el club canario dejó una marca significativa: en la temporada 1998-1999, anotó un gol decisivo de tiro libre que contribuyó al ascenso del equipo a la Primera División.

A pesar de su impacto inicial, las lesiones y otros factores limitaron su continuidad en el fútbol español, lo que marcó el comienzo de una etapa más irregular en su carrera Tras su experiencia en España, Morales regresó a Lanús, donde continuó siendo un referente.

Se ha desempeñado como director técnico en categorías menores y ha sido mencionado ocasionalmente en medios deportivos como un símbolo de talento truncado por circunstancias adversas.

Conocido como "Huguito" entre sus seguidores, su legado perdura especialmente en Lanús, donde es recordado como parte de una generación histórica.

Este encuentro, disputado en el Estadio Ciudad de Lanús, no solo marcó su retorno al fútbol profesional, sino que se convirtió en un momento icónico por su carga emocional y deportiva.

[7]​[8]​ Morales ingresó al campo en el segundo tiempo, recibido por una ovación ensordecedora de los hinchas granates, quienes reconocieron su esfuerzo y resiliencia.

Este tanto no solo aseguró tres puntos cruciales para Lanús, sino que simbolizó la victoria personal de Morales sobre la adversidad.

Sin embargo, aunque su retorno fue triunfal, las secuelas físicas del tratamiento y el tiempo perdido afectaron su proyección internacional.