Hugo Dingler

El propio Dingler afirmó en varias entrevistas que fue debido a sus escritos favorables en relación con los judíos.

En 1940, Dingler se unió al Partido Nazi y obtuvo de nuevo una plaza docente.

En ocasiones se le ha denominado un «convencionalista radical» (también referido como «voluntarismo crítico» en la literatura secundaria),[2]​ por ejemplo por un temprano Rudolf Carnap.

Dingler concuerda con los convencionalistas en que los supuestos fundamentales de la geometría y la física no son extraídos empíricamente y no pueden obtenerse a través de una deducción trascendental.

Dingler creía que solo se podía dar fundamentos a las matemáticas y la física por medio de operaciones como piezas fundamentales.