En 1954 cerró su último torneo en Central con 10 goles en 26 encuentros, siendo vendido a Sampdoria de Italia.
Marcó 8 goles en ese torneo, vulnerando la valla de equipos grandes como Juventus, Roma e Inter.
Su buen nivel le valió ser pretendido primero por Lazio, y luego por Juventus, que finalmente se lo llevó.
Jugó 3 partidos y marcó 1 gol, pero el club romano finalmente no lo fichó.
A Rosa le costó demostrar su nivel en un equipo con mayores pretensiones deportivas que Pádova, pero igual tuvo mucha participación y jugó con la Juve la Copa de Campeones de Europa.
Allí recuperó su nivel y demostró su calidad durante dos temporadas, retirándose en el cuadro de la Campania.