Huracán Juan

[1]​ Juan mantuvo la fuerza de un huracán mientras atravesaba Nueva Escocia del sur al norte, aunque experimentó un debilitamiento al encontrarse con una tormenta tropical sobre la Isla del Príncipe Eduardo.

La mayoría del daño tuvo lugar a raíz de los vientos intensos que sacudió la región.

[1]​[5]​ Más tarde ese día, una circulación de nivel bajo se formó dentro del sistema, aunque su implicación en la zona frontal próxima la impidió de ser clasificado como una depresión tropical.

Basado en el aumento en la organización, el Centro Nacional de Huracanes lo clasificó como Depresión Tropical Quince más tarde ese día mientras se situaba aproximadamente a 345 millas (555 km) al sureste de Bermudas.

[1]​ Al principio la depresión poseía una combinación de características tropicales y subtropicales: se vinculaba a una zona frontal cercana, aunque la organización de la convección y un núcleo cálido dentro del mismo sistema resultaba en su clasificación como un ciclón tropical.

Los meteorólogos habían pronosticado que la depresión sólo se fortalecería paulatinamente para alcanzar una intensidad cumbre de 65 mph (105 km/h).

Llegado a esta máxima potencia, el ojo del huracán era distinguido e incrustrado dentro de un nublado central denso bien definido y redondo.

Por la tarde ese día, la tormenta fue absorbida por un ciclón extratropical grande sobre el noroeste del Golfo de San Lorenzo.

[15]​ A pesar de que no hubiera ninguna evacuación a gran escala, sí que hubo evacuaciones locales para las áreas bajas el 28 de septiembre por la tarde.

En total varios cientos de personas se vieron afectadas por estas evacuaciones.

Una erosión significativa tuvo lugar en las costas más pobladas del puerto, especialmente en la cuenca de Bedford (Bedford Basin) donde la zona residencial y los ferrocarriles recibieron la mayoría del movimiento ondulatorio.

[2]​ Los puntos más valiosos de la ciudad, el Parque Point Pleasant y los Jardines Públicos sufrieron una pérdida masiva de árboles y se quedaron cerrados durante meses.

En el auge de la tormenta, una ráfaga alcanzó 143 km/h, un récord que sigue en pie hasta hoy.

El huracán era lo suficientemente fuerte como para destruir los anemómetros en Shannon Hill, Chebucto Head y Sambro Island, aunque el instrumento de Sambro Island había sobrevivido una tormenta de 193 km/h unos años antes.

En la entrada del puerto, en Sambro Island, un edificio histórico junto al faro más antiguo en Norte América salió fuertemente perjudicado y seguía sin repararse en 2007.

[22]​ El huracán causó daño severo a los embarques en el Puerto de Halifax.

Docenas de yates más pequeños también se arrastraron por la costa; un daño extendido tuvo lugar a los clubs de yates en la Bedford Basin (cuenca) y Northwest Arm.

Sin embargo, los informes de los vientos sostenidos no se justificaron esta propuesta.

Ambas muertes directas se debieron a los árboles caídos; uno era un paramédico de Halifax y el otro un motorista en Enfield.

[2]​ Muchos residentes elogiaron a los equipos de utilidad por sus trabajos duros en restaurar el daño exhaustivo.

[26]​[27]​ El entonces alcalde de Toronto, Mel Lastman, también contribuyó $50,000 (2003 CAD) para reemplazar los árboles dañados en la Isla del Príncipe Eduardo.

Tradicionalmente, CHC no emitieron alertas para huracanes normales o tormentas tropicales, sino solo para vientos fuertes y lluvias intensas, a las que los residentes locales no prestaban tanta atención.

Huracán Juan dejó su nombre a una ventisca severa que golpeó Nueva Escocia y la Isla del Príncipe Eduardo unos cuantos meses más tarde en febrero de 2004, la cual en nada se le conoció como Juan Blanco porque los efectos paralizantes de la nevada masiva evocaron el huracán reciente.

Mapa que traza la trayectoria y la intensidad de la tormenta, de acuerdo con la escala de huracanes de Saffir-Simpson
Juan en el aterraje
Escombros en las calles de Halifax después del paso del huracán
Las precipitaciones del Huracán Juan
Los muelles de Halifax después del Huracán Juan