Ha sido uno de los más intensos de los que han tocado tierra en Estados Unidos y el primero de los tres huracanes de categoría 5 que han azotado este país durante el siglo XX, siendo los otros el Huracán Camille en 1969 y el Huracán Andrew en 1992.
Las líneas ferroviarias de Key West Florida se vieron gravemente dañadas o destruidas.
El huracán también causó daños a su paso por el noroeste de Florida, Georgia y las Carolinas.
Se calcula que en total murieron más de 400 personas.
Hasta el día de hoy, ha sido el huracán más potente que haya golpeado los Estados Unidos en cuanto a presión barométrica.