Pese a formar parte del partido progresista, las diferentes corrientes que surgía en favor o en contra de la política de Espartero, generó una lucha política entre el gobierno (puros) y la Regencia (ayacuchos) y el debilitamiento del partido progresista frente a los moderados.
La política del gobierno fue totalmente contraria a Espartero desde el principio, estableciendo unas serie de medidas en esa línea:[1] Espartero no aceptó estas medidas e intentó intervenir pese haber acordado un principio de no intervención en el gobierno.
[3] Ante la actitud del regente, el gobierno en pleno presentó su dimisión tan solo diez días después de haberse constituido.
Este hecho aumentó el descontento existente hacia el regente que se tradujo en un levantamiento contra éste y el nuevo gobierno presidido por Álvaro Gómez Becerra.
El 23 de mayo comenzó en Málaga y se extendió rápidamente por todo el país.