Es una forma endémica bien diferenciada del resto de las poblaciones europeas tanto por rasgos morfológicos como moleculares.
Su límite sur está marcado por la Montaña Palentina y la sierra de Híjar, aunque existe una población en la sierra de Guadarrama, Peñalara, introducida recientemente por el hombre.
Se localiza en aguas tranquilas, incluyendo pozas de arroyos y lagos de alta montaña pero ocupa también charcas temporales, fuentes, abrevaderos y marismas.
La especie ocupa principalmente biotipos de alta y media montaña, alcanzando los 2200 m s. n. m. en la cordillera Cantábrica, aunque se le puede encontrar al nivel del mar en Asturias, Cantabria y Vizcaya.
Las principales amenazas son la alteración y destrucción de los hábitat favorables, tanto acuáticos como terrestres.