El crítico del The New York Times Mordaunt Hall alabó esta comedia tan “ingeniosamente interpretada por los protagonistas”.
Esta novela era premonitoria: imaginaba una ciudad que expulsaba a los judíos y confiscaba sus riquezas.
Un año más tarde, el miembro del partido nazi Otto Rothstock asesinó a Bettauer.
En 1933, algunos comentarios en la prensa alemana señalaron que la película hablaba por sí misma como una acusación contra Adolf Hitler.
Jenbach fue enviada durante el Tercer Reich a un campo de exterminio donde murió.