[3] En un relato conservado por Focio, Idomeneo actuó como juez en una disputa de belleza que tuvo lugar en Tesalia entre Tetis y Medea.
Se decía que este había sido el origen de la proverbial fama de mentirosos que tenían los cretenses en la Antigüedad.
[4] Tras la caída de Troya, existen diferentes tradiciones sobre su regreso: en una de ellas, el héroe fue sorprendido por una violenta tempestad y prometió al dios Poseidón que si llegaba vivo a su casa le ofrecería en sacrificio al primer ser vivo que se encontrara.
Se dice que huyó a Calabria, Italia para después ir a Colofón (Asia Menor), donde se creía que estaba enterrado.
[5] Otra versión, sin embargo, situaba su tumba en Cnoso (Creta), donde se le veneraba y se le rendían sacrificios.