Iglesia Wilhelmina

Se trataba de una imponente iglesia con un gran salón central en la planta baja coronado con un alargado ábside cerrado de tres lados, ante el que se levantaba su característica torre frontal, flanqueada por dos torres de escaleras que llevaban a la planta principal.

El ábside se proyectaba hacia el exterior mediante hastiales decorados por una serie de buhardillas.

El interior contaba con galerías coronadas por un pretil destinado al coro tras un cancel.

El instrumento tenía 1.482 tubos que producían 27 voces, además de contar con pedalera.

Contaba con teclados tradicionales de acción mecánica y un par inferior que innovaba con el denominado «Sistema Barker», que ofrecía una mejora notable en la interpretación para el instrumentista.

Antigua postal que muestra a la Iglesia en la Oranjeboomstraat