El 19 de julio de 1936 fue saqueada e incendiada, siendo apresado al día siguiente el párroco Enrique González Mallén y finalmente asesinado.
Tras el final de la Guerra Civil, la iglesia fue reconstruida en varias fases siendo reinaugurada en 1953.
El resultado fue un templo racionalista en el exterior y neorrománico en el interior, siguiendo los planos de la iglesia desaparecida.
Se conserva en su interior un retablo neorrománico con la imagen de Covadonga.
El interior también alberga pinturas realizada por Pedro de Varzi Roa en 1947.