La construcción de la iglesia fue promovida por el padre salesiano Ambrosio Rossi, como un compromiso adquirido con el padre dominico Miguel Funes para erigir una capilla dedicada a San Miguel Arcángel.
[4] Ambos religiosos pidieron el apoyo del constructor Don José María Durán[5] para la elaboración de los planos y en la construcción, el señor Durán recibió apoyo de su yerno el ingeniero José Napoleón Duarte.
En el crucero se encuentran mosaicos de los profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel, pintados por el artista austriaco Juan Fuchs.
[2] Aparte del templo, también se encuentran otras edificaciones anexas como el comedor «mamá Margarita», que da alimento a indigentes y ancianos; la clínica parroquial, la Escuela Domingo Savio, Librería Salesiana y el Oratorio.
Así que se formó un seminario el cual es el que sigue funcionando hasta el día de hoy, donde se le enseña los jóvenes a jugar, a rezar y convivir.