El templo tiene planta rectangular, techo a dos aguas y el interior presenta, con ligeros cambios, los elementos de la construcción original, pues la fachada principal es fruto de una intervención entre 1940 y 1950, en donde se cambió la fachada sencilla con espadaña a una con estructura aporticada y que se prolonga en una torre central de sección cuadrada, rematada por una pequeña cúpula.
La fundación de dicho convento no se hizo efectiva, entonces Miguel Gutiérrez, hijo, compró la propiedad en 1753.
Así sucesivamente, la propiedad fue cambiando de dueño al igual que la capilla.
El 26 del mismo mes, el padre Eustaquio Arbeláez Tobón celebró la primera misa.
Entre 1940 y 1950 la donación que hizo un feligrés se invirtió en modernizar la fachada principal, con resultados poco acertados.