El edificio es de planta rectangular y está formada por tres naves, con la cabecera compuesta por un crucero y tres capillas en el presbiterio.
Algunas de sus partes, como las naves y columnas se piensa que se pudieron levantar en el último cuarto del siglo XVI.
Ha sufrido múltiples reformas hasta llegar al estado actual.
A pesar de todas estas pérdidas, su visita se hace muy interesante por el cúmulo de anécdotas y curiosidades que albergaron sus muros a lo largo de su historia.
Actualmente se encuentra en ruinas, esperando a que pueda ser restaurada.