Fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1995.
Fue construida a finales del siglo XII o principios del siglo XIII, y su fábrica originaria es de estilo románico-mudéjar.
Consta de una sola nave con cabecera rectangular rematada en ábside.
Llama la atención su torre-campanario, también del siglo XIII, así como el atrio, levantado a base de arcadas con capiteles historiados.
Destacan especialmente sus pinturas murales de época altomedieval, que se ubican en el atrio, en el que aparecen guerreros luchando y una escena de tauromaquia, posiblemente la representación de esta actividad más antigua en toda la provincia.