Durante la Segunda Guerra Mundial fue saqueada y quemada, usándose como almacén.
En 1989 fue sometida a reconstrucción y renovación.
Hoy en día, una congregación luterana esta activa.
En verano, los servicios religiosos se celebran dos veces al mes en el edificio de la iglesia.
Durante el invierno, los servicios se llevan a cabo en el pastorado.