Fue abandonada después de los daños sufridos en 1936.
En el año 1992 se procedió a su restauración.
Dos arcos torales de medio punto dividen la nave en tres tramos.
En reformas del siglo XVIII se abrieron dos capillas laterales en ambos lados y un orificio para poner la antigua pila bautismal de inmersión.
El ábside semicircular más pequeño que la nave tiene una ventana estrecha trabajada rudimentariamente.