[1] La nau originalmente entera se segmentó en algún momento, separando la parte frontal (que corresponde con el coro) para darle usos civiles, con una pared interior que ha dejado ciego el vano de la puerta principal y la ventana del piso superior.
Un agujero practicado en la parte delantera hasta la ventana de la planta superior hace pensar que se pudo haber instalado en algún momento una viga para subir pesos, siendo la planta superior un pajero o almacén.
La capilla es el espacio donde se halla la pila bautismal, con decoración exterior radial en la que están esculpidos algunos ángeles.
La pila conserva restos de la pintura original roja y negra únicamente se pudo restaurar en la parte hacia el acceso a la iglesia.
El mismo Lucifer intenta quitar las almas de la balanza con un hierro con ganchos.
A la izquierda de la lucha, san Pedro aguarda en la puerta del cielo para recibir las almas bienhechoras que surgen de la balanza, y en un segundo vano en la parte trasera de él se halla un ángel que con un candil en la mano espera para conducirlas al paraíso, representado en el tercer y el cuarto cuadrantes en los que las numerosas almas habitan.
Debajo de esas escenas existe una ventana central y a cada lado dos pinturas más.
Torn., pero que podría ser santo Tomás de Aquino (santo muy popular en el siglo XVI) o san Saturnino de Tolosa[2] (un mártir bien querido en las regiones que rodean el Pirineo) porque se le representa con hábitos religiosos y una iglesia o monasterio detrás.
La cuarta escena representa la petición de clemencia de un rey o algún noble (hay una corona en el suelo), que se encuentra con un ángel que llega a buscarlo con una espada en una mano y una calavera en la otra, justo cuando acaba de matar a una persona que yace en tierra con una flecha en el pecho.
Estos ángeles están presos al estar más próximos a Dios en la jerarquía, y por eso se le representa tan cerca de él.