Se nombra como iglesia parroquial en el año 1052 y años más tarde recibe una donación importante para su reconstrucción.
El obispo de Vich, Ramon Xetmar, consagró un altar dedicado a Santa María en 1191.
En el exterior se aprecian las decoraciones lombardas en las absidiolas, con arcuaciones ciegas divididas por lesenas.
En el tercer piso tiene ventanas de medio punto y en el cuarto son geminadas.
Está ornado con dientes de sierra y arcuaciones ciegas en su parte superior.