A comienzos del siglo XVIII el templo parroquial de Luanco se había quedado pequeño, pues la población conoció un importante crecimiento.
Fue levantada en 1730 hipotecando todas las casas del pueblo,[3] mientras que el Gremio de Mareantes financió los retablos y el camarín.
El diseño correspondió al arquitecto gijonés Pedro Muiz Somonte, basado en la arquitectura barroca rural del norte de España.
En el siglo XIX se le adosan diferentes dependencias y un piso más a la torre campanario,[4] con balcón y reloj, que se remata con una cúpula apuntada.
[5] Del resto de los retablos se perdió su imaginería original.