Fue construida entre 1748 y 1771 sobre otra de estilo gótico del siglo XIV.
El interior es neogótico, con una nave con bóveda de crucería; en los laterales hay varias capillas dedicadas a varios santos.
En el exterior hay una decoración muy sencilla, con un campanario, y una puerta principal de estilo gótico que da a una pequeña plaza cerrada.
Cuenta con un órgano monumental de 1809, inaugurado en 1810, hecho por el maestro suizo Juan Kiburz, residente en Barcelona.
El órgano fue dañado en 1936 durante la Guerra Civil Española, y fue restaurado por Salvador Aragonès, con un coste de unas 200 000 pesetas, que fue asumido por Fernando Rubió Tudurí.