La tradición sitúa aquí una mezquita árabe, que pudiera tratarse de una construcción mozárabe, religiosa o militar, sobre otra islámica anterior.
Los restos de la torre son visibles a los pies del templo.
Llama la atención el aparejo de los muros, realizado a tizón desde la base, algo poco habitual en la zona y sin ninguna relación con las torres de origen bereber el valle del Rituerto.
Sobre la torre se construyó la iglesia actual, adosándole la nave y ábside.
En una de las esquinas se elevó el airoso campanario de pequeño tamaño datable a finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.