Al sur como es usual en el románico segoviano se abre una galería porticada, mediante arcos de medio punto sobre dobles columnas que soportan capitales muy sobrios, con una sencilla y elegante decoración vegetal, muy plana.
El templo tiene dos portadas, la occidental de sencilla factura, presenta arquivoltas aboceladas que descansan en bellos capiteles con bichas y flora.
En su interior el templo presenta una sola nave cubierta con bóveda de cañón sobre tres arcos fajones, que apoyan en medias columnas adosadas a los muros laterales.
La parte más antigua de la iglesia actual se corresponde con la cabecera, siendo la portada oeste y el atrio obra posterior.
Durante el siglo XVII, el interior del templo se redecoró con yeserías barrocas al gusto de la época.