Si bien Yondó pertenecía eclesiásticamente a Remedios y Simití no hacía parte de su jurisdicción, Miguel Ángel Builes solicitó a Efraín Díaz, párroco de esa población, enviar un coadjutor a prestar sus servicios como sacerdote en Yondó, que para entonces aún se denominaba Casabe.
Simití hacía parte de la Arquidiócesis de Cartagena, pero su párroco y coadjutores pertenecían además a los Misioneros Javerianos de Yarumal, fundados por Builes.
Los directivos de Shell-Cóndor adaptaron la sala de espera del consultorio médico, así como la botica, como una capilla.
Gallo se desempeñó como sacerdote entre el 10 y el 15 de agosto, partiendo hacia Simití el 16, y solicitando a la compañía petrolera la construcción de una verdadera capilla y casa cural.
Además, al ser Yondó una parroquia de la Provincia Eclesiástica de Bucaramanga (eclesiásticamente), se convirtió en una entidad parroquial del Departamento de Antioquia (civilmente).