Levantado en un solar de 41 488 m², el conjunto ocupaba 4 328 m² y se componía de una iglesia, una casa parroquial, una casa de ejercicios espirituales y un convento donde residían las religiosas.
La operación tuvo que ser autorizada directamente por la Santa Sede.
En 1977, aunque ya no eran las propietarias, las madres reparadoras solicitaron dos veces permiso municipal para proceder al derribo del convento.
[5] La falta de cuidados por parte de la nueva dirección propició además un deterioro aún mayor del conjunto.
[3][5] En 1985 el arzobispado de Madrid adquirió el inmueble para cederlo en uso a la Comunidad Católica Alemana de Madrid que lo restauró,[6] financiando las obras la Conferencia Episcopal Alemana.